sábado, abril 5

La bandera española ondea a diario en Bilbao por vez primera en 30 años


Después de 30 años, toda la época democrática, la bandera española ondea ya a diario en la fachada del Ayuntamiento de Bilbao. Con su colocación, el gobierno local, presidido por el peneuvista Iñaki Azkuna, cumplió ayer la sentencia dictada por del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco el pasado 30 de noviembre. El plazo expiraba el lunes.


Con esta decisión se cierra una práctica que se había consolidado: tanto la bandera nacional como la ikurriña, la de Vizcaya y la de la Unión Europea solo ondeaban una vez al año, en las fiestas patronales de agosto, y además apenas 30 minutos y siempre a primera hora de la mañana.
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco cortó de raíz este proceder al argumentar que la bandera debe ser expuesta todos los días "como símbolo de la nación, signo de soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria". El fallo desestimaba la argumentación del Ayuntamiento bilbaíno de que con la izada el Día Grande de las fiestas se cumplía la norma que regula el uso de las banderas en España, aprobada en 1981.
La colocación sólo ese día al año no impidió, sin embargo, la llamada guerra de las banderas, que a partir de 1983 empezó a provocar enfrentamientos en Euskadi que se prolongaron una decena de años. Ante ello, en 1988 el Ayuntamiento trató de reconducir el conflicto con un acuerdo municipal que determinó que la enseña española sólo fuera izada ese único día de las fiestas de Bilbao, pero los enfrentamientos entre radicales abertzales y las Fuerzas de Seguridad no se detuvieron.
"Las colocaré por obligación y no por devoción", afirmó en diciembre pasado Iñaki Azkuna, tras hacerse firme el fallo del Tribunal Superior. Ayer no hubo comentarios desde el gobierno local de PNV y EB. En aquellas declaraciones, el primer edil mostró su opinión contraria a la sentencia, porque la izada de la bandera española "sólo ha traído problemas". Apeló al sentir de la mayoría, "que seguro que tiene más preocupaciones que si se pone o no la bandera". Según su opinión, cada uno puede defender su enseña "pero no tienes que odiar a las demás. Pero hay gente que odia de un signo y de otro".
La bandera española está colocada en la parte superior de la fachada y no en la balconada, el lugar habitual, pero al que se puede escalar facilmente. La explicación del gobierno municipal es que la balconada está dañada y era aconsejable una ubicación alternativa. La enseña de Bilbao, en cambio, se ha ubicado en un lateral del edificio consistorial.
La oposición se mostró satisfecha con la ejecución de la sentencia, aunque el portavoz del PP, Antonio Basagoiti, calificó la ubicación elegida de "vergonzante" y censuró a Azkuna que esté casi "detrás de una columna para que no se vea", informa Efe.
El socialista Txema Oleaga consideró "digno" el lugar elegido y reprochó a los populares esas críticas, con las que pretende el enfrentamiento, según dijo. Julia Madrazo, portavoz de Ezker Batua (el socio de gobierno del PNV en la corporación), opinó que en la capital vizcaína no hay una demanda social para colocar la bandera, y valoró que ha habido una decisión "desde arriba" y en una clave puramente judicial. La izquierda abertzale instó al PNV a que revoque la decisión de Azkuna y le obligue a retirar la bandera española.
Fuente:El País

Azkuna coloca una bandera de Bilbao doce veces mayor que la de España y la ikurriña.
Iñaki Azkuna ha dejado su sello personal en una cuestión emocional tan abierta a filias y fobias como es la colocación de las banderas y, en concreto, de la española. De obligatoria instalación en la fachada del Ayuntamiento por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, la enseña rojigualda fue puesta en la madrugada de ayer a la altura del reloj de la casa consistorial, tres días antes de que finalizara el plazo marcado por la resolución. Como adelantó este periódico, fue colgada más arriba de la balconada principal para evitar eventuales sabotajes y a la misma altura que una ikurriña de igual envergadura para guardar el equilibrio político-institucional. Pero no son los dos únicos emblemas que flamean desde ayer en el entorno del Consistorio. Al lado, en un simbólico parterre de la plaza Erkoreka, el alcalde de Bilbao ha ordenado levantar un mástil de 20 metros de altura desde el que ondea la bandera de Bilbao, con sus colores rojo y blanco, y de un tamaño casi doce veces superior al de los otros dos pendones oficiales.




Reconocido «poco banderero», Azkuna (PNV) ha dado una nueva muestra de su carácter para afrontar la polémica por las banderas, un ámbito en el que no se siente cómodo y del que ha salido destacando la de Bilbao por encima de todas. Su desapego no ha residido tanto en la sentencia, cuyo cumplimiento nunca ha puesto en duda, como por el fondo de la cuestión. El alcalde ya ha confesado que, si estuviera en su mano, «quitaría todas» las enseñas porque las considera más «un motivo de confrontación que de unión», un riesgo para que se reediten batallas «banderizas». No obstante, siempre ha indicado que asumiría el fallo judicial, «como no podía ser de otra manera».

El mismo respeto por la legalidad vigente le ha llevado a izar temporalmente las cuatro banderas -incluida la de la UE- durante el día grande de la Aste Nagusia, bajo la presión de la izquierda abertzale para que no ondeara la española y del PP, que le exige su colocación permanente. Desde ayer, a las dos de la madrugada, las tres enseñas flamearán todos los días, aunque la de la villa por encima de las demás. Ya lo apuntó en una entrevista con EL CORREO cuando dijo que él tenía su emblema, pero que era «personal».

Aunque Azkuna se ha mostrado partidario de expresar los sentimientos por estos símbolos en la esfera privada, «sin exteriorizar» emociones, parece claro que se ha dejado llevar por el corazón a la hora de cumplir la sentencia. La bandera de Bilbao es de nuevo cuño y mide 7 x 5 metros, lo que multiplica casi por doce las dimensiones de sus 'primas' de protocolo, que son enseñas de 2 x 1,5 metros -las mismas que se utilizan en la izada de las fiestas-.
Además, la bandera de Bilbao, la más grande con los colores de la villa que hay en la ciudad, ha sido instalada en un espacio muy simbólico. Su mástil se levanta en el jardín de la plaza Ernesto Erkoreka, quien fue alcalde de la villa al estallar la Guerra Civil y militante del partido Izquierda Republicana de Manuel Azaña, a la vera del Banco de Beteluri, una escultura de Juan de Urigüen fechada en 1743. Esta obra de piedra cuenta con un escudo tradicional de la villa, engalanado por los lobos de la casa López de Haro y la iglesia de San Antón. Representa el asiento desde el que juraba su cargo el alcalde de cuatro pedanías -Buia, Orcecauco, Seberetxe y Beteluri-, autoridad que administraba justicia y velaba por el cumplimiento de las ordenanzas.
Fuente:El Correo