miércoles, marzo 28

Legión de Honor


Legión de Honor (Légion d'Honneur), la más conocida e importante de las condecoraciones francesas, establecida por Napoleón I. La orden se concede a hombres y mujeres, ya sean franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios realizados dentro del ámbito civil o militar. Sus cinco categorías, en orden creciente, son: Chevalier o Caballero, Oficial, Comandante, Gran Oficial y Gran Cruz.


La efigie que adorna el anverso de la medalla ha ido cambiando con la historia. Hasta 1815 y entre 1848 y 1880 aparecía el perfil de Napoleón I, pero con la Restauración se cambió por el de Enrique IV. Desde finales de siglo XIX es una figura femenina la que decora la medalla.


En la orden de la Legión de Honor se entra desde el grado más bajo, el de Caballero, pudiendo progresar por meritos exhibidos. El cargo supremo es el de Gran Maestre que corresponde al Presidente de la República Francesa y que a su vez lo recibe de manos del Canciller.

El Canciller es elegido entre los que poseen el título de Gran Cruz y es quien preside el Consejo de la Orden. Para entrar en la Legión es necesario que un Ministro presente al candidato al Consejo de la Orden. Si el Consejo aprueba la propuesta ministerial, el candidato pasa a ser miembro, recibiendo una condecoración en el curso de una solemne ceremonia. Las condecoraciones también cambian según el orden jerárquico, principalmente por su tamaño. La de los Caballeros y Oficiales tienen un diámetro de 37 milímetros, mientras que la de los Comandantes es de 60.


Quien accede al título de Alto Oficial o de Gran Cruz, a parte de la condecoración, recibe una placa de 90 milímetros bañada en plata u oro. El 20 de mayo de 1802, el cónsul Napoleón Bonaparte instituyó la orden nacional de la Legión de Honor, retornando así a las condecoraciones publicas ya que las del Antiguo Régimen fueron abolidas con la Revolución de 1789. Había quien le criticaba diciendo que la nueva condecoración era un chupete para adultos a lo que el contestaba: “Es gracias a estos chupetes que los hombres me siguen”. El 15 de Julio de 1804 en una grandiosa ceremonia en Hôtel des Invalides en París, Napoleón entrega las primeras Legión de Honor a los mariscales, soldados, inválidos de guerra, científicos, artistas y escritores con méritos sobresalientes.


Días después, el 16 de agosto, en el campo de Boulogne, donde acampaban 200.000 hombres preparando el desembarco en Inglaterra, Napoleón procede a otra entrega de Legión de Honor en un ambiente de indescriptible entusiasmo. La primera mujer en recibir la Legión de Honor el 15 de agosto de 1851 fue Angelique Duchemin, sargento de las Fuerzas Armadas de la República Francesa y, antes del año 1900, otras 47 mujeres reciben esta distinción. En el transcurso de la Historia el prestigio de la Legión de Honor sigue creciendo y en 1914, cuando estalla la Primera Guerra Mundial, el Orden cuenta con 50.000 "legionarios”. Los terribles combates de la Primera Guerra Mundial y los actos de heroísmo de los soldados tienen como consecuencia un crecimiento de los miembros de la Legión de Honor, muchas veces lesionados o inválidos a consecuencia de las heridas recibidas en combate.

Tal es así que se hace necesario en 1921 la creación de la "Société d’Entraide des Membres de la Légion d’Honneur" - SEMLH -(sociedad de ayuda de los miembros de la Legión de Honor) por el General Dubail, para reafirmar y desarrollar la solidaridad entre los legionarios, y socorrer a los más necesitados, inválidos o lesionados. Con el tiempo, la SEMLH se consolida y amplía sus actividades. Hoy en día cuenta con más de 60.000 miembros y está presente tanto en Francia como en numerosos países del mundo con sus secciones locales, agrupando en una misma fraternidad legionarios extranjeros y franceses. Entre los argentinos que recibieron este premio, se encuentran el psiquiatra Juan David Nasio (1999); Estela de Carlotto (1999), titular de Abuelas de Plaza de Mayo; el cirujano Juan Carlos Chachqus; el presidente del Banco Central, Martín Redrado (2005); y este domingo lo recibió el director de orquesta argentino-israelí Daniel Barenboim.