jueves, marzo 15

Graves errores durante la visita de Mr. Bush a Uruguay

Ofrezco hoy mucha insáid informéishon: un análisis sobre qué pasó realmente con el reciente viaje de Mr. GWB a Uruguay. Durante 36 horas el grado de confusión del gobierno rompió todos los récords anteriores, y aunque la prensa lo ocultó cuidadosamente, la TV guardó la filmación de todos los eructos y dedos en la nariz para hacer un gran show de fin de año. A Bilisario nada se le escapa: aquí va una lista de errores de protocolo y errores no más, en especial lo sucedido en la Estancia Presidencial Anchorena, residencia campestre donde el gobierno refugió Mr. GWB para salvarlo de los tamboriles de carnaval.

Error 1. Los aviones. Llegaron doce cargueros gigantes con tanques, jeeps Hummer, 600 paracaidistas, lanchas rápidas, cinco baterías anticohetes, autos blindados, helicópteros para ir del hotel a un restaurant vecino, 2500 guardias de seguridad y diez hombres bomba de la prisión de Guantánamo por si era necesario que pasara alguna cosita. No se sabe cuántos bombarderos Stealth llegaron, esos llamados invisibles, pues no se pudieron contar. En el centro de Montevideo hubo gente que sufrió pisotones sin causa aparente, como si chocaran contra fantasmas, pero el United States Information Service explicó a la opinión pública que no había motivo de pánico, pues eran los pilotos de los Stealth que habían salido a pasear. La oposición llamará al ministro de Turismo al parlamento para que explique porqué no se les ofreció a todos esos queridos visitantes que se quedaran aquí para siempre jamás y pudiéramos vender el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea para pagar algo más de la deuda externa.

Error 2. La alfombra. Para evitar la calificación de izquierdista, el Frente Amplio decidió que la alfombra al pie de la escalerilla del avión no sería roja y eligió una de color pelo de camello. Un líder opositor declaró que "pelo de camello" era una alusión a los notorios lazos de este gobierno con Al Qaeda. Piensan hacer un acto de desagravio en el zoológico, e interpelar a varios ministros.

Error 3. La cola. Mientras el visitante recorría los parques de la Estancia Anchorena, los ministros de Estado esperaban turno para presentar una lista de solicitudes tocantes a sus áreas respectivas: el ministro de Cultura quería cursos de inglés, la ministra de Salud se quejó de que en su cargo todo eran dolores de cabeza, la ministra del Interior pidió DVD con películas policiales como material didáctico, el ministro de Trabajo pidió trabajo en Texas y el de Ganadería hizo el cordero asado. La oposición llamará al parlamento a los ministros que estaban para explicar por qué estaban y a los otros por qué no estaban.

Error 4. El mate. Fue un momento de gran tensión cuando el vicepresidente uruguayo sirvió un mate a Mr. GWB. Dos oficiales de seguridad se precipitaron sobre el recipiente, y mientras uno le hizo una tomografía computarizada el otro controló el PH de la infusión y los mapas genéticos de usuarios anteriores. Un tercero trajo de inmediato una cocacola con pajita o popotito para Mr. GWB y expresó, intérprete mediante, que el hecho simbólico de la pipa de la paz era el mismo, ya fuera con "el artefacto" (the thing) o con refresco. La oposición opinó que el incidente demostraba una lamentable falta de preparación antropológica para recibir visitantes con otras costumbres y exigirá que el mate en el futuro lo sirvan exclusivamente diplomáticos de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores, especialmente entrenados.

Error 5. Las marchas. Hubo tres marchas de repudio a la presencia de Mr. GWB, de las cuales dos se repudiaron también mutuamente. La asistencia se calcula entre 200 y 40 000 personas, según la fuente. La oposición se quejó de que tantas marchas con el mismo objetivo dificultaron la tarea de oponerse; reclamó el derecho de organizar todo tipo de marcha y pidió la inmediata ruptura de relaciones con Venezuela y con Argentina, ya que Chávez andaba por ahí, y con Vanuatu y St Kitts and Nevis por las dudas.

Error 6. El diálogo. Quedó realmente feo que el presidente le preguntara al visitante cuánta plata traía y peor aún lo de pretender que pagara las 8700 porciones de carne asada que consumió la comitiva. Si uno invita, invita... La gente bien educada no toca ciertos temas, sostuvo la oposición. Cuidacoches, tragafuegos y malabaristas se apostaron a lo largo del recorrido de las Primeras Damas por la ciudad histórica de Colonia del Sacramento y recibieron moneditas de las mismas manos de ellas mismas. Con eso, nuestra economía dio un salto de 2,5%, según la Oficina de Planeamiento y Presupuesto. La oposición planteará un proyecto de ley para que todo el tráfico de propinas quede a cargo del Banco Mundial, que para eso fue creado.

Error 7. El paseo. Un error más: el proyectado paseo de pesca por el arroyo San Juan. ¿Cómo se les ocurrió que Mr. GWB iba a sentarse en el mismo bote que el presidente uruguayo? ¿Para qué tenemos una Marina de Guerra, una Administración de Puertos, un Sindicato de Trabajadores del Mar? ¿Nadie pudo darse cuenta de antemano que por más crecido que estuviera el arroyo no franquearía el calado del portaaviones John F. Kennedy? Lamentable, lamentable, lamentable.

Finalmente, Mr. GWB y su familia se retiraron. Cuando un amigo se va, se siente el vacío. Fueron 3000 personas menos...

Amor y paz, les desea

Bilisario

Publicado en el semanario Peripecias Nº 39 el 14 de marzo 2007. Se permite la reproducción del artículo siempre que se cite la fuente. Licencia de Creative Commons con algunas restricciones.